7 de junio de 2008

La Argentina y Taiwan diseñarán chips más delgados que un cabello


Los aplicarán en salud y comunicaciones

A partir de hoy, la Argentina y Taiwan comenzarán a trabajar juntos en el diseño de circuitos integrados, o chips, que en un futuro cercano podrían mejorar desde las comunicaciones inalámbricas hasta el seguimiento de los pacientes en el hogar o facilitar el aprovechamiento de distintas fuentes de energía, como la eólica.

Uno de los dos acuerdos que se firmarán hoy, entre representantes de la Universidad Nacional Chiao Tung de Taiwan (NCTU) y de la Universidad Nacional del Sur (UNS), permitirá el intercambio de docentes universitarios y estudiantes de doctorado en ingeniería electrónica para iniciar proyectos de investigación conjuntos que puedan ser patentados y comercializados. El primero, de parte de Taiwan, será el desarrollo de una retina electrónica, un minúsculo dispositivo que podría ayudar a las personas ciegas por un trauma o un accidente a recuperar la visión.

"Es un proyecto de biomedicina que, para nuestra industria, es parte de una nueva etapa de producción. En la universidad ya logramos buenos resultados en el laboratorio e iniciaremos un ensayo clínico sobre pacientes", comentó el doctor Jing-Yang Jou, rector del Sistema Universitario de Taiwan, que reúne a las cuatro universidades nacionales de ese país, y profesor del Departamento de Ingeniería Electrónica de la NCTU.

Según Jou, la Argentina es uno de los países en el mundo con "gran potencial" en el diseño y la investigación de este tipo de tecnología. "Este año fabricaremos el primer chip diseñado por expertos de ambos países", afirmó.

Por su parte, la Argentina debutará en esta iniciativa binacional con el diseño de un sistema inteligente que filmará y procesará al mismo tiempo datos sobre las imágenes. "La cámara, por ejemplo, podrá captar la imagen de un automóvil en la autopista mientras produce información sobre la patente del vehículo. Hay un equipo en la NCTU que está trabajando sobre un proyecto similar al que nos vamos a unir", explicó el doctor Pedro Julián, del Departamento de Ingeniería Eléctrica y de Computadoras de la UNS e investigador adjunto del Conicet.

Para ello, un estudiante de doctorado de la UNS viajará en septiembre próximo para trabajar en las instalaciones de la NCTU y en el Polo Científico de Hsinchu. "Tenemos el chip, pero aquí no lo podemos transformar en silicio, así que este acuerdo nos permitirá hacerlo", explicó Julián.

"Hay pocos estudiantes en el país con un nivel universitario tan avanzado como para participar en este intercambio -comentó el ingeniero Alberto Anesini, coordinador del Programa de Extensión y Desarrollo del INTI-. En esto influye que aún faltan puestos de trabajo, por lo que no se percibe una clara salida laboral. De ahí la necesidad de entusiasmar al Gobierno para que apoye esta iniciativa e incentivar a las pymes a proponer proyectos de electrónica integrada."

Anesini firmará el segundo acuerdo entre el Programa Nacional de Sistemas en Chips de Taiwan y el Instituto de Diseño de Microelectrónica, un consorcio argentino formado por el INTI, la UNS y la Universidad Católica de Córdoba, entre otros, para desarrollar software microintegrado, circuitos de comunicación móvil e inalámbrica, sistemas para el cuidado de la salud, tecnología de ultrabajo consumo (como la que usa, por ejemplo, un marcapasos) y circuitos 300 veces más pequeños que el grosor de un cabello.

Para el doctor Osvaldo Agamennoni, director del Instituto de Investigaciones en Energía Eléctrica de la UNS, "esto es muy importante por la infraestructura de que dispone Taiwan para la producción de tecnología, que es lo que estamos tratando de desarrollar en un polo tecnológico en Bahía Blanca".

Por Fabiola Czubaj
De la Redacción de LA NACION
Fuente: http://www.lanacion.com.ar

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